Antonio Gritón | Las Alucinaciones
Exposición temporal
Hasta el 11 de diciembre de 2023
Alucinaciones que empujan el tiempo
Blanca González Rosas
Con un sugerente concepto que se basa en “empujar el tiempo”, Antonio Ortiz “Gritón” (1953, México) continúa la exploración de lenguajes abstractos que inició en 2014. Entendida como una acción que le permite transitar a través de su propia trayectoria recuperando poéticas del pasado, definiendo el presente y proyectando el futuro, la idea de empujar el tiempo deriva en la construcción de un vocabulario que mantiene la identidad estética que ha caracterizado su pintura: la composición del espacio a partir de campos que se enciman e intersectan, la repetición de patrones de pequeñas formas geométricas que configuran los campos, y el cromatismo estridente de insolentes colores. Lo que sí falta son las representaciones de objetos cotidianos -floreros, teléfonos, zapatos-, plantas y animales ficticios; pero precisamente esa es la intención de su exploración contemporánea, abandonar la figuración
Trabajadas a partir de acciones inmediatas que recuerdan sus inicios expresionistas en los años setenta del siglo XX, las pinturas se estructuran a partir de gestos lineales que se expanden y contraen dependiendo de la circunstancia visual, emotiva y sonora del artista. Apasionado de la música minimalista y atento a la sonoridad de los ruidos callejeros, su pintura más reciente es también una metáfora visual de los sonidos que escucha durante su acción pictórica, entre ellos, el ruido de autos y composiciones de los estadounidenses Lamonte Young, Morton Feldman y John Adams.
La relación de su creación pictórica con el tiempo ha derivado en la presencia de dos protagonistas relevantes: el espacio y el movimiento. Evocados a través de signos que por su repetición se han convertido en una iconografía personal, el espacio se sugiere a través de gruesos trazos lineales mientras el movimiento se concentra en la presencia de espirales. Concebidas como antenas que expanden sus ondas en espacios intangibles, sus racimos lineales son también raíces que sugieren tanto la espacialidad como la unidad del universo. Y en este contexto, el movimiento se sugiere a través tanto de espirales como de cuerpos esféricos que levitan en la espacialidad pictórica.
Interesado siempre en vincular su poética con las estéticas populares, Gritón introduce elementos florales que, a diferencia de su pintura figurativa, no proviene de imágenes apropiadas sino de la incorporación de telas ordinarias que alteran y enriquecen la homogeneidad de los soportes.
Dividida en tres secciones, la muestra que presenta el Palacio de la Escuela de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) presenta tres momentos de la exploración abstracta de Gritón: primeramente la ya conocida desfiguración del desnudo femenino que, con base en el pensamiento del filósofo francés Jaques Derrida, tiene como esencia creativa el deseo sexual que provoca la mirada (2014-2019); un segundo momento son los empujones del tiempo que transitan entre la recuperación de los campos configurados con patrones abstractos y la expansión hacia el futuro de los gestos lineales (2021-2023); y finalmente está la acción pictórica basada en la experiencialidad sonora del artista (2017-2023).
Antonio Gritón, Ondas gravitacionales, 2023.